viernes, 6 de septiembre de 2013

Para facebook

Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan 140 caracteres, de expresión vacía.

Que al final, era todo lo que necesitábamos  para ser notados, para imaginar que dentro de ese hoyo negro infinito y con matices de dolor, existe aún algo que otro, igual de solo y perdido, puede ver.

Nos regalan fotos, sonrisas, viajes y bebes y mentiras, de que alguna vez fuimos felices, o libres, o inocentes. O nos regalan la esperanza que algún día de tantos, habíamos despertado y elegimos vivir.

Cargan en nuestro muro, el vacio del otro, su soledad proyectada en láminas de hipocresía. Cargan en nuestro muro la tortura de saber que ya nada es real, ni físico, ni íntimo, ni sagrado.

Nos cargan, -día con día y minuto con minuto-, el pavor de saber, que detrás de esa cortina aún hay algo que no ha muerto del todo. Y que algún día tendremos que apagar la pantalla, para vernos directamente a los ojos y descubrirlo.