Menguante

Luz que por poco vence la penumbra.
Así es esa sonrisa, la que ilumina,
la que te hace sentir un sueño,
la que anuncia la oscuridad y la vida.

Miro al cielo y olvido donde estoy
belleza alucinógena martiriza mi razón.
Me devuelve al mundo de la dicha.
Me confunde de nuevo la ilusión.

Con cada gesto de luz en su rostro
versos disonantes rugen en mi ser.
Con cada estrella, con cada mirada,
con la sangre profética del atardecer.

Menguante entre nubes desaparece
y en la intriga construyo mi morada,
creciente por un beso mi deseo
cuando veo su sonrisa iluminada.

Mas allá de las sombras

La materia oscura del universo es mayoría
así como la duda que carcome la mente.
La ignorancia de un todo no entiendo
y es el dolor que me mira de frente.

Las raíces del mal son profundas,
son el temor de un niño asustado.
Esencia de luz ausente.
Es el odio que me ha encadenado.

La razón agonizante no alcanza
ni la sabiduría del viejo explica.
La injusticia aprendida me atrapa
y de sangre los muros salpica.

La verdad entre árboles se oculta.
Me observa más allá de las sombras.
Y aunque pudiera mirarla de lejos
viviría el infierno de todas formas.